La censura del darwinismo durante el franquismo

En la Universidad Central de Madrid se ha celebrado un acto en el que se ha hecho la quema simbólica de libros.

La siguiente historia es una recapitulación surgida a través de un ejemplar de bolsillo de El origen de las especies por la selección natural. La obra en dos pequeños volúmenes presentaba algo curioso. Una pegatina en la primera página que cambiaba la editorial. La pegatina indica que el libro pertenece a “Ediciones Ibéricas” sin embargo con un poco de iluminación se lee el texto que el parche de papel intenta ocultar “Librería Bergua”. La historia detrás de estos viejos libros esconde la historia de la censura del darwinismo bajo el franquismo.


En nuestra querida capital, al día siguiente de iniciarse el movimiento del Ejército salvador de España, por bravos muchachos de Falange Española fueron recogidos de kioscos y librerías centenares de ejemplares de esa escoria de la literatura que fueron quemados como merecían.

ABC, Sevilla, 26/09/1936. [1], Imagen de portada [2].

Así relata la prensa afín al régimen una de las numerosas quemas de libros que por contenido, figura del autor o contexto político­–social eran censuradas por el franquismo. La foto de la portada no pertenece al comienzo de la contienda civil, se produjo en 1939, en el llamado Año de la victoria. La fotografía muestra al Sindicato Español Universitario arreglando la corrupción y engaño a las juventudes.

Portada de El origen de las especies por la sección natural (Vol 1 y 2, Ed. Bergua 1936)
El origen de las especies por la sección natural (Vol 1 y 2, Ed. Bergua 1936). Ejemplares censurados por al fraquismo.

La siguiente historia es una recapitulación surgida a través de un ejemplar de bolsillo de El origen de las especies por la selección natural. La obra en dos pequeños volúmenes presentaba algo curioso: una pegatina en la primera página que cambiaba la editorial. La pegatina indica que el libro pertenece a “Ediciones Ibéricas”. Sin embargo, con un poco de iluminación, se lee el texto que el parche de papel intenta ocultar “Librería Bergua”.

Imagen con iluminación al través de la pegatina de la editorial, observándose que tapa el sello editorial "Librería Bergua"
Imagen con iluminación al través de la pegatina de la editorial, observándose que tapa el sello editorial “Librería Bergua”

La editorial Bergua

La Editorial Bergua (y también librería) fue fundada en 1927 por Juan Bautista Bergua. Su actividad económica se disparó al considerar la edición de numerosas obras políticas, científicas y de acceso popular. Es en la línea Biblioteca de bolsillo en la que Bergua publica El origen del hombre y la selección en relación al sexo en 1933 y El origen de las especies por la selección natural en 1936. En concreto se sabe que los tomos de El origen… se imprimieron entre finales de agosto y principios de septiembre de 1936.

Bergua afirmaba —y así consta en su biografía—: “Es increíble que en España no haya más que ediciones caras, casi de lujo, de los grandes hitos de la cultura universal, como el Origen de las especies, o la Crítica de la razón pura”. Su éxito arrollador se basaba en presentar ediciones populares para el aprovechamiento de la clase obrera. Su éxito además fue acompañado por la situación sociopolítica de la República que permitía una libertad académica y de publicación. Bergua entra en contacto con la política a través de un trabajador de su finca (un jardinero) quién le motiva para suplir la necesidad de formación del pueblo. Además de publicar obras propias populares —pseudolibros de texto— para educar al pueblo, Bergua publica las obras de Marx, Lenin, Stalin o Trotsky en una colección titulada Nueva Rusia.

Biblioteca de bolsillo de la Librería Bergua
Biblioteca de bolsillo de la Libería Bergua

El fin de la editorial

Apenas pasaron menos de unos meses desde esa última impresión de El origen… cuando el bando sublevado entra en Getafe. Es esta localidad se localizaba la vivienda, sede, fábrica y almacenes de la editorial Bergua que, por motivos obvios, es asaltada por las tropas franquistas.

Mientras tanto en Getafe, los guardianes de la fe y su brazo secular se ensañan con los libros. Tras echar a la mujer y a los hijos y ocupar el chalet durante dos semanas, a la vuelta les hacen cavar zanjas, desmenuzar los libros en hojas y quemarlos con gasolina. De la Crítica de la razón pura, por citar sólo un ejemplo, se queman 40.000 ejemplares que se acababan de editar. Su hermano José, que llega a Getafe a los pocos días, tiene que tomar parte en la quema, aunque incrédulo de que algo así pueda ocurrir ¿a quien puede ofender la Crítica de la razón pura?. Afortunadamente solo queman libros en español, pero respetan la biblioteca particular de Juan Bautista Bergua, unos 5.000 libros, en idiomas extranjeros, sin duda extraños para los santos censores.

Biografía de Bergua [3]

Diezmados los fondos de la editorial y siendo detenido Juan Bergua (y salvado de un fusilamiento por intervención del general Mola tiempo después) es su hermano quién se hace cargo de la editorial. Para cumplir con el ánimo de la España franquista, se renombra como Ediciones Ibéricas. De los 40.000 ejemplares que acabaron en zanjas y hechos ceniza, milagrosamente se salva una parte de los fondos de la editorial. Estos fondos permanecerían —en el caso de la obra de Darwin— acumulando polvo, debido a la censura del darwinismo bajo el franquismo.

Darwin y el franquismo

El franquismo —como movimiento de extrema derecha y suscribiendo las tesis fascistas— aderezado de un componente fuertemente católico–integrista, rechaza toda tesis científica contraria a la doctrina católica. En el comienzo del golpe de estado la función censora recae en el futuro ministro Serrano Súñer. Posteriormente, será integrada en el ministerio del interior y otros organismos futuros que van cambiando de ministerio o cambiando su nombre.

Antonio de Zulueta. Imagen de la Residencia de Estudiantes – CSIC

Claramente las teorías de Darwin entraban dentro de aquella ciencia que se consideraba contraria a la doctrina católica por poner en jaque sus principios creacionistas y fomentar una visión materialista de la propia identidad del ser humano. Además, estaba vinculado a posiciones ateístas. El darwinismo era totalmente censurado bajo el franquismo.

A España las ideas darwinistas llegan con retraso debido a la peculiaridad política y científica de los borbones y la subsiguiente inestabilidad de pronunciamientos y cambios de gobierno. La primera edición en español de El origen… se encuentra en 1877 y no exenta de polémica durante las siguientes décadas entre el estamento académico, eclesiástico y conservador.

Es la edición de Antonio de Zulueta (director del Laboratorio de Biología del Museo Nacional de Ciencias Naturales) como traductor de obras como El origen… en 1921 la que publica la Editorial Bergua. Cabe destacar que Antonio de Zulueta pudo tener contacto mediante estancias en el extranjero con las concepciones más avanzadas sobre la evolución y realizar una obra de calidad. Así mismo desde la política educativa la evolución se encontraba ya dentro de los currículos académicos. Con la contienda y el franquismo Zulueta, que decidió permanecer en España, fue relegado por su posición científica al ostracismo profesional.

La edición que pasó 25 años hasta ser publicada.

Como dijimos, cuando la sede de la Editorial Bergua fue tomada por el bando nacional una parte de sus fondos se salvó extrañamente de las llamas. Sin saber qué ocurrió entre medias, salvo suponer un apilamiento de libros en un almacén, los ejemplares supervivientes de El origen… llegaron a la década de los 50. La antigua Editorial Bergua, renombrada como Ediciones Ibéricas y mediante una petición de José Bergua, solicita a los censores del régimen solicita un permiso para poner en venta y circulación los ejemplares de El origen… con un resultado negativo. José Bergua retoma el intento de publicar la obra de Darwin alegando que por “su carácter exclusivamente científico y compatibilidad con el dogma católico merece ser consultada y estudiada“.

Pegatina de Ediciones Ibéricas
Pegatina de Ediciones Ibéricas

Finalmente y tras la insistencia, en los años 50 bajo el sello de Ediciones Ibéricas se ponen en circulación los ejemplares impresos en 1936. No en vano este movimiento se enmarca dentro del cambio social interno y la tímida apertura externa del franquismo después de la derrota nazi.

La nueva editorial se indica cubriendo con una banda de papel pegado la información y logotipo de la antigua editorial. La edición en tapa blanda sigue indicando su valor de 10 pesetas. En tapa dura se usó una sobrecubierta. No fue hasta 1963 que se hace una nueva edición ya con número de registro y fecha cuya portada indica que cuesta 40 pesetas.

Bibliografía

[1] El bibliocausto en la España de Franco (1936-1939)
[2] El bibliocausto del 30 de abril en Madrid
[3] Biografía de Juan Bautista Bergua
[4] Blanco, Alberto. (2016). Los expedientes de censura de las obras de Darwin y sobre Darwin en el franquismo
[5] Blázquez, Francisco. (2007). Breve historia del darwinismo en España

Publicado por Rafael

Graduado en Física y docente en Educación Secundaria. En el Máster en Formación del Profesorado comenzó en la investigación en la Didáctica de las Ciencias Experimentales. Cuenta con comunicaciones y artículos publicados sobre su trabajo predoctoral. Ha colaborado en diversas iniciativas de divulgación científica y astronomía aficionada.

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